El sitio donde más libros he escrito, más podcast he guionizado y más conclusiones he elaborado es la ducha, sin lugar a dudas. A mucha diferencia de cualquier otro sitio. La última ocurrencia que tuve fue esta: los humanos somos como bicicletas, porque solo nos mantenemos en equilibrio cuando estamos en marcha.
Y me quedé tan ancha.
Salí de la ducha, grabé un reel y lo solté en Instagram, pero no me quedé a gusto del todo, porque un minuto no da para profundizar en esta idea que se me antoja importante, la verdad. Igual es porque es mía, yo qué sé.
Os lo he comentado en otros textos, como buena hija única, me crié entre adultos. Me aburría que lo flipas en medio de sobremesas eternas, sin ningún otro niño alrededor. Me salió muy caro ser buenecita e inmóvil. Creo que esa es la razón por la que observo tanto a la gente: no me quedaban más narices y le cogí gustillo. Y mi observación perpetua me cuenta que la gente que se estanca en cualquier aspecto de su vida tiene muchos más números para ser infeliz. (Te dejo aquí un episodio de mi podcast en el que comparto herramientas para salir del bloqueo)
La dificultad estriba en que confundimos estabilidad con inmovilidad y movimiento con estrés. Hablé de esto en otros #TresMinutos, porque a mis amigas del cole les parecía estresante que visitara tres Comunidades Autónomas en un día y a mí, pues como que no. Entonces, nos plantamos con tres, cuatro o cinco décadas sobre el lomo; nos decimos que tenemos un trabajo estable, una casa estable y un marido estable, todo lo necesario para estar tranquila, o sea, conforme.
Pero no. Porque sientes como si una losa te aplastara el cráneo, y no entiendes nada de nada de nada.
Encima te enfadas contigo misma, porque tendrías que estar aplaudiendo del gusto. No sabes qué preguntarte, porque entiendes que no hay nada que vaya mal, qué el único error aquí eres tú. Pero es que no sabes que eres una bicicleta y que necesitas avanzar para sentirte bien. Necesitas aprender, escribir cada día tres cosas que te gustan, conocer a otras personas y otras maneras de vivir para confirmar que la que has elegido es que que elegirías hoy. Y si no, qué putada, pero sí, igual hay que virar. No, no vale quedarse donde no te gusta. Porque no eres eterna, esto no es el ensayo general, así que habrá que aprovecharlo.
Necesitas crear, da igual lo que sea: una receta, un cuadro, una idea. No sé dónde leí o escuché algo de que estábamos destinados a crear ideas que cambiaran la manera en que veíamos el mundo. Renovar esa visión según crecemos. Crecer no es correr, es crecer. Es llenarte de todo lo que sí para que lo que no deje de tener espacio. Ya, ayer te gustaba esta persona, esta rutina, pues ya no. No pasa nada, eres una bicicleta, vas a seguir rodando, pero por otros lares.
Ah, importante, las bicicletas necesitan mantenimiento. Esto se me había pasado en la ducha, pero nunca es tarde si la dicha es buena, y lo es. A veces se nos sale la cadena porque nos metemos donde no deberíamos. Pues salimos del barrizal y a colocar la cadena. Las ruedas hinchaditas. El manillar ajustado, o sea, mirando hacia adelante, básicamente porque, por mucho que intentes evitarlo, es la única dirección en la que vas a ir. La suspensión, afinada, porque habrá baches, ya te lo digo, pero se llevan mejor cuando estás preparada, cuando los pillas a la velocidad adecuada, cuando tienes los muelles brillantes.
Probablemente derraparás alguna vez. Te quedarás, por culpa del freno delantero, clavada en algún camino. Pincharás. Rascarás en alguna esquina la pintura. Acabarás reventada de tanto traquetreo. Y satisfecha de tanta vida.
P. D.: ya sabes que hace justo una semana estrené membresía, que se llama Té con Sol, que vale 14,90€ al mes y que incluye mentorías grupales, artículos la mar de prácticos y unas cuantas maravillas más. Pues si te suscribes antes de hoy, 2 de marzo, a medianoche, el 8 de marzo disfrutarás de una Masterclass sobre 5 maneras de tener más energía. Te dejo aquí toda la información.
P.D2.: el último episodio de mi podcast os ha molado mucho, unas cuantas me habéis escrito diciendo que ya habéis puesto en práctica lo que os cuento para implementar paciencia y consistencia, dos elementos imprescindibles para salir del bloqueo vital y avanzar en la dirección elegida. Por si no lo has escuchado todavía, te lo dejo aquí.
Sin ser para nada seguidora de las artes marciales, el otro día vi la entrevista de Ilia Topuria ( campeón del mundo de MMA) porque mi hijo lo sigue mucho como persona y como deportista. Sin aburrir con detalles, algunas cosas que dijo me encantaron. Y una, me recordó a ti. No recuerdo la frase exacta, pero dijo que la felicidad es lo que está al otro lado del miedo, que él también tiene miedo, pero su mente lucha con él. Moverse a pesar del miedo. Gracias Sol👏👏
Donde yo escribo más “libros” es haciendo las camas. Ahí, extendiendo sábanas limpias se me ocurren la mar de ideas. Supongo que es en la cotidianidad donde yo hago mantenimiento de mi bici. Un lugar donde hago cosas sencillas, mecánicas, para, con las manos ocupadas, dejar la mente divagar y planear el siguiente viaje. Un placer, como siempre.