Escuchaba el otro día una charla sobre la importancia de elevar nuestros mínimos en cualquier ámbito de la vida, porque evidentemente solo aceptamos aquello que creemos merecer. Es algo evidente y solo tenemos que observar a nuestro alrededor para confirmarlo: hay quien se trata fatal porque sus mínimos están bajo tierra y hay quien disfruta de la vida y se trata maravillosamente, porque sus mínimos andan por Saturno.
El objetivo está claro.
Pero aquí nos encontramos con la culpa, amigas, la maldita culpa, porque creerse merecedora de todo lo bueno del mundo, en según qué entornos, y en según qué mentalidades, está mal visto
Pero ya está bien. Hasta aquí. Borrón y cuenta nueva, queridas. Que ha empezado septiembre y toca revisar propósitos. El más importante: llenarnos el alma de purpurina y lentejuelas.
Mereces disfrutar de tu curro, de tus relaciones, de tu cuerpo, de toda tú. Mereces despojarte de la nube mental y sustituirla por claridad y eso es más fácil cuando te vuelves sorda ante voces ajenas. Ojo, porque a veces están en tu cabeza. Ignóralas. No son tuyas. Alguien las plantó allí de tanto repetirlas y, tranquila, porque de tanto ignorarlas, se cansarán y volverán con su dueño.
Mereces graduarte los ojos y el alma ante personas que te frenan, porque solo quieres seres que te impulsen y te abracen y te llenen de generosidad y ganas. Que sean luz, vitamina y cariño.
Mereces hacerte sólida, pétrea, invencible. Mereces tener el foco en ti para ser como quieres ser: tranquila, feliz, efervescente, libre.
Mereces agarrarte a tus valores y a tus cimientos. A la verdad, a la risa y a la alegría. A la seguridad real que solo viene de ti misma. Mereces preguntarte, cada mañana, cómo estás y qué necesitas para estar aún mejor.
Mereces ligereza, descanso. Mereces bailar a tu ritmo y para ello habrá que apartar a quién pretenda que bailes al suyo. O a quien pretenda que te sientes para contemplar como bailan ellos.
Mereces salir de donde solo hay muros y oscuridad. Por ahí no es, créeme. Mereces darte permiso y mereces perdonarte. Mereces convencerte de que tu brújula esté hecha de tus pasiones y tus talentos, de tu entusiasmo, de tus sueños.
Mereces celebrarte y felicitarte. Mereces atravesar miedos y decidir. Saltar al otro lado, porque ahí está lo bueno. Gritarte la verdad, aunque escueza.
Ya que aceptamos aquello que creemos merecer. Merezcamos mucho y merezcamos bien.
Feliz sábado,
Sol
P.D.: tenemos la vida, las relaciones, el trabajo, el estilo de vida que creemos merecer. Si queremos cambiar algo en el exterior, habremos de empezar por el interior, por derribar los obstáculos que separan la vida que tienes de la vida que quieres. En mi nuevo programa REINVÉNTATE construiremos juntas el puente que va desde tu Yo de hoy hasta esa Yo en la que quieres convertirte en cualquier ámbito de tu vida.
Trataremos la reinvención laboral y cualquier otra que tenga que ver con cambiar de rumbo en la vida, porque el mecanismo de la reinvención es siempre el mismo en todos los ámbitos: quiero cambiar de trabajo, dejarlo con mi pareja, cambiar de amistades, mudarme a otra ciudad o a otro país, relacionarme con mi familia de otra manera. Incluso relacionarme conmigo de otra manera.
Podrás inscribirte desde el 30 de septiembre al 6 de octubre.
La sesión de bienvenida será el 11 de octubre y la última sesión está programada para el 29 de enero. Tendréis las sesiones teóricas grabadas disponibles cada 15 días y mantendremos sesiones en directo para resolver dudas, inquietudes, etc.
Todo quedará grabado y tendréis acceso a ello DE POR VIDA, de manera que, si no te va bien, por lo que sea, seguir el programa ahora, lo puedes hacer más adelante.
Te rodearás de otras mujeres que están en el mismo momento que tú, os convertiréis en vuestro entorno trampolín. Tan necesario, tan imprescindible.
Tienes AQUÍ toda la información.
Grande, chavala, GRANDE. Gracias Aguirre
Me encantas! Mil gracias 😘