Empiezo a tope y luego me desinflo con los hábitos: ¿cómo cambio esto?
Te cuento dos estrategias
Acaba de empezar el 2025 y apuesto a que te has propuesto implementar algún hábito: leer más, hacer más deporte, hablarte mejor o planificar con antelación. O lo que sea.
Andas con la energía a tope y, por otro lado, temes que se repita lo que te ha pasado unas cuantas veces: te desinflas, el hábito se diluye.
Durante dos meses lees, te meneas, planificas pero un buen día surge un imprevisto, o hay una racha de estrés tremendo, o te vas una semana y a tomar por el jander el hábito.
¿Te suena?
Pues aquí estamos para gestionar, para ser las jefas. Para acabar el año, la semana y cada día aplaudiéndonos como las loquis.
Con tal de conseguirlo, lo primero es entender cómo funciona este cerebro nuestro, tan tramposo.
Nuestro cerebro está diseñado para buscar gratificación inmediata; pero, claro, la implementación de un hábito requiere paciencia y esfuerzo, no un día ni dos, sino unos cuantos.
Y no hay recompensas visibles al principio. Un asco.
Además, nuestro cerebro se resiste al cambio que da gusto: lo nuevo requiere energía, y preferimos lo conocido, aunque lo conocido nos joda la vida.
Ahí es donde surge eso que me repetís tantas veces: Sol, si la teoría me la sé, pero lo de mantenerme en la práctica… Claro, porque tú quieres avanzar, pero tu cerebro prefiere estar cómodo y tranquilo, tirado a la bartola.
Entender esta dinámica nuestra es imprescindible para crear estrategias que incrementen tu constancia y minimicen las resistencias.
Hemos de aprender a mantener el impulso cuando la emoción del principio se derrite. ¿Cómo?
Hoy te voy a hablar de dos estrategias;
1. Enfócate en el sistema, no en el resultado
Muchas veces abandonamos un hábito porque nos obsesionamos con alcanzar un resultado concreto en un tiempo específico. Por ejemplo, queremos adelgazar tantos kilos, ahorrar una cantidad exacta de pasta o aprender a hacer algo rápidamente. Pero los resultados no llegan de la noche a la mañana (ojalá), y la frustración puede desembocar en la rendición.
La solución está en cambiar tu foco (qué importante es el foco): en lugar de centrarte en el resultado, concéntrate en el sistema que te llevará hasta él.
¿Qué quiere decir esto?
Pues que pongas tu energía y tu concentración en eso que haces cada día, no en los 10 kilos, no en las mil páginas, no en la maratón de diciembre, no en tu proyecto terminado. Esas metas tardan mucho en llegar y tu cerebro, mientras tanto, te la puede jugar.
Vamos a los ejemplos. Si tu objetivo es ponerte en forma, por ejemplo, el sistema podría ser:
Hacer ejercicio de fuerza tres veces por semana.
Caminar cada día, al menos, 10.000 pasos.
Preparar comidas sanas a más no poder con antelación.
Cuando te centras en el sistema, engañas a tu cerebro, porque le das un resultado inmediato: la hora de tonificación, los 10.000 pasos, los tuppers llenos de maravillas.
Otro ejemplo: si quieres ahorrar, no te obsesiones con una cifra final, crea un sistema donde transfieras automáticamente la cantidad que decidas a tu cuenta de ahorros cada mes. Enfócate en cumplir con eso, y deja que los resultados (y tus dinerillos) se acumulen con el tiempo.
Por qué funciona:
Reduce la presión de conseguir los resultados grandes de inmediato, lo que evita frustraciones.
Refuerza la consistencia, que es la clave para cualquier cambio duradero y auténtico.
Vamos a por la segunda estrategia:
2. Anticipa y planifica las trampas en las que puedes caer
Ya sabemos cuáles son las trampas porque ya tenemos unos cuantos años, amiga: un día de mucho estrés, una mala noche, o una semana caótica de narices. Ahí rompes la rutina y abandonas el hábito, con lo bien que ibas.
La clave para evitarlo es anticiparte a tus trampas y planificar qué harás cuando lleguen las muy cabronas.
Cómo puedes hacerlo:
Reflexiona sobre los momentos en los que sueles desinflarte. ¿Es cuando estás cansada? ¿Es cuando tienes demasiadas cosas pendientes?
Pregúntate ¿cuál es el plan? O sea, cómo puedes ajustar tu hábito en cuando aparezca la trampa. Por ejemplo:
Si estás cansada, comprométete a hacer una versión más corta de tu hábito (5 minutos en lugar de 30).
Si te falta tiempo, hazlo en un hueco (por ejemplo, mientras esperas algo o entre recados).
Algo que nos pasa a todas: quieres comer sano y llega una semana de curro de locos y caes en comer cualquier cosa, en pedir comida rápida, o en no comer directamente. Pues cocina el finde, o ten conservas sanas, como legumbres, que solo tengas que calentar. Así, cuando llegue el agobio, podrás comer como la Diosa del Olimpo Vikingo que eres.
Yo, cuando llega una época majarona de curro me hago con hummus, zanahorias, latas de lentejas y garbanzos y guisantes, cremas de verduras sin conservantes, huevos ya cocidos y p´alante como los de Alicante.
Sé amable con tu divina persona:
Nadie, nadie, NADIE cumple con todo lo que se propone al 100%. No te enfoques en la perfección, sino en la continuidad.
Por qué funciona esta estrategia:
Te ayuda a mantener la constancia hasta en los momentos más estresantes.
Refuerza la sensación de que tus trampas son manejables, no se convierten en excusas para abandonar. Eres poderosa que lo flipas.
Y es que, querida mía, mantener un hábito no tiene que ver con poseer una fuerza de voluntad infinita ni de ser perfecta (que todavía no sé lo que es eso), sino de ajustar tus expectativas, de construir sistemas sólidos y de estar preparada para cuando llega la tormenta.
Si necesitas más herramientas para construir y mantener hábitos que funcionen en el largo plazo, te cuento que el 6 de enero es el último día para apuntarte a mi membresía “Té con Sol”, la cual incluye desde enero hasta junio la formación “De la intención a la acción: sé la dueña de tu disciplina y tus hábitos”.
Esto es lo que dicen lo que ya están en mi membresía (más majas…):
Maravilla de sesión!! Información directa, precisa, concisa y llegando al centro de la diana 🎯. Como siempre, me encanta!! Sol eres magnífica en lo que haces, que es cambiarnos la vida. Ahora a por los ejercicios y deseando ver la siguiente grabación para trabajar valores. Mil gracias Sol!!
Hola Sol, acabo de ver la grabación. Solo por la sensación de fuerza y autoconfianza que me ha entrado al escucharte ha sido brutal. Ya puedes dormir tranquila por tu trabajo.
Gracias Sol por esta sesión 💕 Es increible como mostras de forma simple cosas que jamas habia pensado,🤯
He detectado un montón de creencias, y patrones que me estaban estorbando. Poder trabajarlos ha sido liberador y super poderoso.
Bufff tantas cosas, pero sobretodo me has ayudado a entender lo que me pasa en cada momento y aunque no pueda evitar sentirme mal en algunos momentos, sea capaz de controlarlo y salir de bucle mucho más rápido. En resumen, me has enseñado a escucharme y me has dado herramientas para poder controlar mi vida/mente y que no me controle ella a mi
Tienes aquí toda la información de “De la intención a la acción: sé la dueña de tu disciplina y tus hábitos”, donde en seis sesiones, una mensual de enero a junio, identificaremos las barreras que te bloquean y aprenderás a construir una base sólida para cumplir con todo lo necesario para que te pase lo que quieres que te pase.
Las inscripciones a la membresía, tanto en su modalidad mensual como en la anual (con la que te ahorras dos mensualidades) se cerrarán el 6 de enero y no volverán a abrirse hasta el 6 de julio, cuando haya finalizado esta formación.
Algunas me habéis escrito preguntándome si comenzaré pronto nuevas ediciones de mis programas PERTENÉCETE o REINVÉNTATE, para poder organizaros con la membresía. Confirmo que, durante el primer trimestre de 2025, no van a empezar (De hecho, probablemente antes de mayo no haya nueva edición de PERTENÉCETE)
Te doy, de nuevo, las gracias por acompañarme y te deseo un feliz sábado y un 2025 lleno de satisfacción y compromiso contigo misma.
Sol
❤️
Me ha encantado y me sirve mucho!!GRACIAS!!🙏