¿Se te complica el trabajo, el descanso, la vida entera porque postergas tareas? ¿Esa postergación te frustra y te mosquea contigo misma? ¿Todo este batiburrillo afecta a la confianza que tienes en ti e, incluso, a tu autoestima? Si la respuesta a una o a varias de estas preguntas es afirmativa, sigue leyendo, querida.
Como siempre, no te voy a prometer la píldora mágica que acabará con tu procrastinación para siempre, pero sí te voy a dar la punta de varios hilos de los que tirar con tal de 1) Conocer a fondo la procrastinación 2) Hilvanar un plan para vencerla y comportarte como la Diosa del Olimpo Vikingo que eres.
Soy una fiel creyente de que lo que nos pone en marcha es un objetivo bien definido y el para qué último de querer vencer a la postergación continua es la, llámale felicidad o plenitud o calma o paz mental. No hay nada más satisfactorio que tener la seguridad de que vas a hacer lo que debes para que te pase lo que quiera que te pase. No sabes cómo conseguirlo ahora, pero te pido que te enfoques en esa meta. Concentrémonos en el qué y ya veremos el cómo.
Vamos ahora a bucear, en la medida que nos permiten estos tres minutos, en el posible origen, en la causa de esta postergación perenne que nos merma el autoamor y nos jode la vida. Si tienes al lado una libretita para apuntar lo que te resuena, mejor que mejor.
Tenemos el perfeccionismo exacerbado, por extraño que pueda parecer. Como aspiro a un estándar imposible, me creo incapaz de alcanzarlo y no empiezo o no soy constante. No creas que este es un pensamiento clarísimo en tu mente, es más una nubecilla etérea que te nubla y te frena pero que puedes intuir si prestas atención y conoces tus patrones. Confieso que recientemente he sido víctima de este perfeccionismo. Mi nuevo programa PERTENÉCETE me ilusiona salvajemente, y como es un reto enorme y supone un compromiso por mi parte enorme, me di cuenta de que no avanzaba al ritmo que me había propuesto. Que si contesto estos correos, que si grabo estos reels, que si adelanto estos guiones del podcast… Hasta que me observé, deduje lo que estaba pasando y me conté que no estoy aquí para ser perfecta, sino para estar satisfecha y para compartir con vosotras las herramientas que a mí me sirven. Y manos a la obra, chimpún.
La impaciencia paralizante es otra de las razones por las que procrastinamos: como mi objetivo se me hace tan enorme y tan distante, no empiezo. Y no acabo, claro. Y me frustro. Y entro en bucle mental.
Miedo al fracaso, a la equivocación: cuando mandé la encuesta previa al diseño de PERTENÉCETE la inmensa mayoría me contasteis que el mayor obstáculo para tomar una decisión, o para pasar de la decisión a la acción era el miedo a equivocaros. La punta del hilo aquí está hecha de preguntas: ¿es realmente tu miedo a equivocarte lo que te frena o el miedo a lo que otros puedan pensar sobre eso que quieres conseguir? ¿Qué es exactamente, con pelos y señales, equivocarte? ¿Conoces a otras personas que estén en el camino que quieres empezar a recorrer? ¿Crees que se han equivocado? ¿Qué prefieres: equivocarte o arrepentirte de no haberlo hecho? ¿Cuáles están siendo las consecuencias ahora mismo de esa postergación?
Directamente relacionada con la anterior está la necesidad de aprobación, de reconocimiento. Quizás no procrastino en el trabajo, donde me dicen exactamente lo que tengo que hacer y cuándo tenerlo listo pero, ay, cuando se trata de algo que solo me beneficia a mí: el deporte, estudiar inglés, modificar mi currículum,… Ahí estoy perdida. Detectar este mecanismo es el primer paso para hacerle frente.
Cuéntame, ¿te reconoces en alguna de esas razones? No, no me contestes ahora. Tómate un rato, porque una de las principales razones por las que no acabamos con nuestra procrastinación es porque no le dedicamos el tiempo suficiente a analizar, a reflexionar, a observarnos y a definir el precio que estamos pagando por no empezar o por no acabar eso que nos va a regalar alegría y realización persona.
Hasta aquí la primera parte de nuestras charlas sobre la procrastinación. El próximo lunes, en el episodio de “Las claves de Sol: el podcast” compartiré con vosotras algunas técnicas para empezar a desenredar la madeja de la postergación.
En PERTENÉCETE, mi nuevo programa de tres meses de duración que empieza en enero, trabajaremos a fondo la procrastinación. Compartiré contigo los pilares que para mí son esenciales con tal de tomar perspectiva y crear un eje sólido, esos que me permiten tomar decisiones desde la claridad y generar un plan de acción e implementarlo.
Te contaré qué preguntas me planteo para establecer mis objetivos en lo personal y en lo profesional, cómo mantener la constancia, y cómo determinar lo que para ti es una decisión correcta.
Juntas iremos hasta el origen de tus bloqueos, para examinarlos y diluirlos.
Aquí encuentras toda la información y la inscripción a la lista de espera. Empezamos las sesiones en enero y la próxima edición no será hasta 2025.
Los dos primeros son claramente mis razones de peso...ahora a ponerse manos a la obra.
Gracias Sol❤️
Sigo flipando en cómo nos lees. Debemos ser genéticamente muy similares 😄. Gracias Sol