En dos días cumplo 52 años.
Cincuenta y dos.
52.
Me da la risa, la verdad, como si ese número no fuera conmigo.
En este ya más de medio siglo, he vivido en varias ciudades y en un par de países.
He tenido dos hijos yo solita, con todo lo que eso significa: caos, desafíos a granel, aprender que no todo depende de ti y aprender que mucho depende de ti. Y un montón de cosas más que no caben en este texto ni en cinco libros.
Me reinventé pasados los cuarenta y aquí estoy, con un proyecto con el que ni me atrevía a soñar. He aprendido a quererme bastante y a darme permiso para priorizarme.
Tengo los mejores amigos del mundo.
Y tengo claras muchas más cosas que hace diez años y que hace dos, menos mal. Hoy te cuento solo tres, por si te sirven, claro.
1. No soy eterna
Una cosa es saberlo y otra, muy diferente, interiorizar el hecho de que nadie sabe si estará aquí mañana. Saber que mi tiempo sobre la Tierra es finito es el motor que me ayuda a atravesar los miedos, a atreverme. Porque a mí lo que me acojona no es morirme, es llegar al final y sentir que no he aprovechado el privilegio de estar viva. Y ese terror es el motor que me mueve desde que me levanto hasta que me acuesto.
He aprendido a vivir con esa incertidumbre. No sé si llegaré a la semana que viene, ni si mis planes saldrán como espero, pero la vida me ha enseñado que esperar certezas es una trampa que te sale muy cara. Lo suyo es hacer lo posible porque la estadística, las probabilidades, jueguen a tu favor: cuido mi salud, me esfuerzo en la dirección de mis sueños, apuesto por eso que me apasiona.
Y cruzo los dedos muy fuerte. Más no puedo hacer.
Cómo no sé si me quedan dos horas o cincuenta años, mi objetivo es acabar cada día aplaudiendo. No siempre lo consigo, pero desde luego, no camino en la dirección contraria. No hago todo lo posible por joderme la vida. Ojo, que hubo un tiempo en el que sí lo hacía. Y mucho.
2. Sin responsabilidad, no hay poder
Aprender esto es duro, pero necesario. La primera responsabilidad tiene que ver con mirarte, escucharte y tomar decisiones dificilísimas, que duelen un huevo, pero que te entregan las riendas de tu historia.
No escurrir el bulto y culpar a la suerte, a las circunstancias, a los dioses.
No.
He aprendido a preguntarme qué puedo hacer yo para conseguir, para cambiar, para superar, para construir. Para inventarme la vida y la persona que quiero ser. Para ponerle intención a cada día. Para ser mi dueña. Para asegurarme de que, si me equivoco, será por mis decisiones, no por las de otros.
3. Relativizar
Si yo y los míos tenemos salud, nada es tan grave. ¿Que algo no sale como esperaba? ¿Que tengo un día malo o una temporada complicada? Si estoy viva, lo chungo es inevitable. Así que, si puedo elegir, elijo susto, claro.
Todos los días, ante los saraos que me zarandean, me pregunto: "¿Esto será importante en un mes? ¿En un año?”. De momento la respuesta ha sido siempre que no. Gracias, gracias, gracias.
Y hasta aquí los aprendizajes, de momento.
En un año, espero poder contaros muchos más.
Feliz vida, querida mía, gracias por acompañarme.
Sol
Queridísima, me faltan palabras para agradecer como todas tus aportaciones están enseñándome a vivir de otra manera… el universo con todas sus sincronicidades nos debe haber alineado para que tú impactaras en mi sin conocernos, quizás algún día nos cruzamos pero no deberia ser el momento, yo vivo en Blanes desde hace 22 años… Esta News me va como anillo al dedo para hacer como un breve resumen a mi misma como una autorreflexión
yo también soy madre soltera de un varón que es la prioridad de mi vida, soy Ginecóloga y Sexologa corriendo de aquí para allá y dejando la vida entre sistema público y privado, buscando un poco de luz al final del camino encontré tu libro, tu podcast y finalmente la membresia me llevó a Reinvéntate y como no podía ser de otra manera en mi camino apareció Nay que encima es muy Argentina como yo y estoy metida en su Bootcamp que empieza en nada. Tengo mil proyectos no solo a nivel laboral sino a nivel vital y como tú bien dices aquí lo que prima y urge es vivir la vida como si no hubiera un mañana. Por eso te quiero agradecer desde el alma y también desde la razón todo lo que haces para que personas como yo puedan a sus 53 mejorar y dar otra visión a su vida !
La única newsletter que leo de principio a fin ! Gracias Sol por regalarnos siempre artículos super interesantes y motivadores! Y por supuesto Feliz cumpleaños !!